La ciudad de Barcelona, situada en el corazón de Cataluña, se abre a nuevos inversores en busca del «visado de oro» para obtener su libertad en el espacio Schengen.
Gracias a su clima, su situación geográfica y su dinamismo, Barcelona atrae a nuevos inversores. La Covid-19 ha provocado restricciones globales, el recurso masivo al Home-Office, el bloqueo total en diferentes países, etc. Este entorno permite que Barcelona y su idílico ambiente de vida atraigan a nuevos residentes e inversores que buscan una mejor calidad de vida.
Invertir en la capital catalana ofrece una ventaja indudable en términos de acceso rápido a su libertad en toda Europa. Porque el proceso tradicional de expedición de permisos de residencia permanente, puede parecer complicado y lento.
El visado dorado le permite superar este inconveniente al obtener su permiso de residencia, cumpliendo ciertos criterios. La ciudad de Barcelona es mundialmente conocida por su calidad de vida y dinamismo, y Cataluña es la segunda región más popular para las transacciones inmobiliarias. España siempre ha sido un destino atractivo para los británicos, que representan el 18% de los compradores en España en 2020. No sólo para el turismo, sino también para la primera residencia.
Vivir en Barcelona le permitirá disfrutar no sólo del clima mediterráneo, sino también de sus numerosos espacios verdes, restaurantes, tiendas locales, playas… Barcelona es sinónimo de buen clima, de un sistema educativo quqlitqvo, de un gran sistema médico sanitario, de una reconocida gastronomía y de un fácil acceso a la naturaleza y a las actividades al aire libre.
Barcelona también ha conseguido establecerse como centro tecnológico internacional. La capital catalana es una de las 12 primeras ciudades del mundo (según la consultora Savills y su lista de ciudades Tech LIFESTYLE) más acordes con el estilo de vida tecnológico, lo que la convierte en un lugar muy atractivo para vivir. En los últimos años, hemos notado una fuerte aceleración de la inversión extranjera. La Golden Visa es ahora una de las mejores formas de obtener un permiso de residencia europeo. Para cualquier compra superior a 500.000 euros se puede entregar un permiso de residencia permanente a los compradores potenciales.
El Reino Unido y España siempre han estado estrechamente vinculados. Los británicos tienen una fuerte presencia en Barcelona. En 2018 representaron el 15% del total de la demanda inmobiliaria, lo que les convierte en el primer país en esa categoría por encima de Francia y Alemania.
Gracias a su renovada confianza en su economía, el Reino Unido ha dado a sus habitantes el poder adquisitivo para invertir en España. También es un buen momento para conseguir una hipoteca, ya que algunos bancos ofrecen préstamos a largo plazo combinados con bajos tipos de interés.
La incertidumbre del periodo postbrexit hace menos atractiva la inversión inmobiliaria en Reino Unido. Los inversores británicos buscan oportunidades en Europa. Y España es sin duda uno de sus países favoritos. El Brexit puede suscitar algunas preocupaciones sobre los procesos administrativos que se van a proporcionar, sin embargo no tendrá ningún efecto sobre los derechos de los compradores británicos en España y el proceso de compra sigue siendo el mismo.