La temporada alta de venta de inmuebles es en otoño, y normalmente septiembre, octubre y noviembre suelen ser los mejores meses para las ventas. Debido a una importante subida de precios tras la pandemia, España está experimentando actualmente un boom inmobiliario.

Para todos los tipos de propiedad de reventa, la revalorización del capital ha aumentado un 8,5%, mientras que la nueva construcción ha aumentado más del 10%.

Las grandes ciudades españolas, como Barcelona, y las zonas costeras han experimentado un aumento de dos dígitos en los precios de las viviendas. La conclusión final es que los precios inmobiliarios españoles han aumentado hasta alcanzar máximos históricos.

Además, los rendimientos de los alquileres están aumentando en dos dígitos anualmente. Los alquileres a corto plazo son mucho más rentables, proporcionando un rendimiento de dos dígitos, mientras que los alquileres a largo plazo sólo ofrecen un rendimiento neto del 4,5% anual.

Un rendimiento total de más del 10% anual resulta de la combinación del crecimiento del capital y el aumento de los rendimientos de los alquileres. En comparación con otros activos de inversión, esto supone una alta tasa de rendimiento.

Para promover la recuperación económica tras la pandemia, las autoridades regionales han reducido (drásticamente) los impuestos relacionados con la compra de inmuebles en varias regiones de España.

Por ejemplo, Andalucía ha reducido los impuestos sobre las viviendas sobre plano en un 20% y sobre las reventas entre un 13% y un 30% (dependiendo del precio de venta; cuanto más alto sea el precio, más impuestos se ahorran). De hecho, ¡es un momento fantástico para aprovechar la oportunidad y evitar pagar miles de impuestos!

A pesar de las fluctuaciones de los tipos de interés, se espera que el sector inmobiliario español experimente ganancias combinadas de dos dígitos durante el próximo año, superando fácilmente a las inversiones alternativas (bonos, materias primas, criptodivisas, oro).