Comprar para alquilar: Exenciones fiscales para los propietarios

En los últimos siete años, uno de los mejores negocios, si no el mejor, en España ha sido comprar una propiedad para alquilarla, específicamente como casa de vacaciones (a corto plazo).

El valor de las propiedades en España ha subido sustancialmente después de la pandemia desde 2020, con una revalorización del capital del 8,5% interanual en las zonas costeras y en las ciudades españolas importantes. Los precios inmobiliarios en España han subido en los últimos 11 meses consecutivos, alcanzando máximos históricos.

Además, los rendimientos de los alquileres han aumentado en dos dígitos año tras año durante 3 años consecutivos. España es actualmente el segundo destino turístico más popular del mundo, después de los Estados Unidos de América.
Invertir en España parece ahora más atractivo que nunca.

Según Fotocasa, la rentabilidad bruta de los alquileres es del 6,5%, mientras que cabe esperar una rentabilidad neta del 4,5% anual. La combinación de la revalorización del capital y el aumento de los ingresos por alquileres da como resultado un rendimiento neto seguro total de más del 10% anual.

A pesar de las oscilaciones de los tipos de interés, el sector inmobiliario español está destinado a experimentar subidas combinadas de dos dígitos en los próximos años, superando fácilmente a los productos alternativos (bonos, materias primas, criptodivisas y oro).

En cuanto a los impuestos, existen algunas ventajas fiscales para los propietarios residentes y no residentes. Se puede conceder una deducción fiscal de aproximadamente el 60% de los ingresos derivados del alquiler de viviendas en virtud de la Ley del IRPF de España. Lamentablemente, esta reducción no se aplica a los no residentes según el artículo 24.1 de la Ley del IRNR. Sin embargo, se pueden conceder reducciones fiscales a todos los no residentes, tanto para los alquileres de corta como de larga duración.